Recién pilladas las vacaciones nos fuimos unos días al Algarve portugués, en concreto a pocos kilómetros de Albufeira. En un apartahotel pegado a la playa donde pudimos aburrirnos todo lo que quisimos y descansar. Los niños disfrutaron muchísimo. Pepe se dedicó a la caza del afamado cangrejo do lusitano asesino. Como muestra ahí está la foto. Los padres, mientras tanto, dimos buena cuenta del vino de Alentejo.
Después nos fuímos casi una semana a la playa del Palmar en Conil, en un camping estupendo, donde volvímos a repetir lo que hicímos en Portugal. O sea, flojear, pero en esta ocasión cambiamos el vino de Alentejo por la cerveza nacional. Como anécdota, diré, que lo aburrido que llegamos a estar que incluso nos pusimos a hacer algo de deporte ( en concreto jugar a las palas). Por cierto Nadal, da gracias que me has cojido algo mayor, por que tengo un drive que era la admiración de toda la playa. Gracias a Dios pronto se nos pasó la calentura deportiva y volvimos a nuestro estado habitual de quietud y aborregamiento.